Saturday, December 09, 2006

rápido, rápido

Últimamente: las prisas. Cada día añoro más quedarme solo en casa, escribiendo, leyendo, aprendiendo. Sé que es difícil, más cuando uno tiene que llevar una vida social relativamente extensa, mantener contactos de tanto en tanto, y además leer una cantidad considerable de páginas antes de que sea demasiado tarde.

Últimamente: he decidido dormir menos, que parece ser la única solución al problema de la falta de tiempo; renunciar a dormir, a algunos amigos, o conocidos, a los paseos (Robert Walser, mi descubirmiento de la semana, reclama en El paseo -Siruela, 2000- que "pasear me es imprescindible, para animarme y para mantener el contacto con el mundo vivo...". El paseo es el lugar del encuentro, más allá de la fina ironía de Walser -una ironía que nos hace dudar de la validez (moral, literaria, humana o filosófica) de cualquier enunciado del texto-, lugar en que el mundo entra en el poeta a través de los ojos, de la contemplación, de la luz), en caso de que se pueda renunciar a todo eso y quedarte con algo.

Últimamente: Levinas y la luz, la luz ciega, que oscura una verdadera comprensión del mundo. Este cochino fantástico mundo, o Mundo.